Hoy es un día de lluvia en Buenos Aires y desde la oscuridad de la oficina en donde trabajo, me vinieron miles de recuerdos.....
Vengo de una familia de tradición italiana. Los domingos de pastas y reunión familiar eran un clásico de mi infancia, la oportunidad de juntarnos con tíos, primos y abuelos.
Mis abuelos fueron unos de los tantos inmigrantes italianos que vinieron de Europa hacia América huyendo de la guerra y sus consecuencias. Bartolo y Angelina.
La semana pasaba en mí, como una sucesión de días en espera del domingo, donde me encontraría con las pastas preparadas por mis abuelos. Los dos funcionaban como una sociedad y se repartían las tareas culinarias compitiendo entre ellos por la gloria que significaba la mesa llena de comida.
Angelina mi abuela, no era una experta cocinera, tenía sus caballitos de batalla infaltables e imbatibles. Lasagnas repletas de carne, verdura y salsa de tomate, empanada de carne indescriptibles, podías comerte una docena entera sin darte cuenta, pollo a la portuguesa, papas al horno con crocante de parmesano, alcauciles rellenos con queso crocante, zapallitos rellenos de carne molida.
Angelina nunca fue una buena repostera, la pasteleria nunca fue su fuerte, pero sus únicos orgullos dulces eran dos: buñuelos rellenos de mermelada y cannolis sicilianos.
Hace tres años que mi vieja Anglina partío. Nunca más volví a sentir el olor de su salsa de los domingos, la lasagña nunca más volvio a ser la misma, ya no puedo comer más de dos empanadas de carne por vez, y mis papas con crocante de parmesano no se igualarán a las de ella jamás.
En honor a mi vieja querida les dejo la receta de los cannolis sicilianos
Ingredientes:
Agua 10grs
Marsala: 1cda
Grasa de cerdo: 10grs
Harina oooo: 150grs
Clara: 1
Sal: 1 pizca
Agua: cantidad necesaria
Relleno:
Chocolate 200grs
Azucar Impalpable 200grs
Ricotta:500grs
Preparación:
Derretir la grasa de cerdo.Formar un volcán con la harina e incorporar la grasa en el centro, la sal y un azúcar. Agregar marsala, la clara y un poco de agua. Comenzar a incorporar los ingredientes con la mano, agregar el agua poco a poco hasta formar una masa lisa. Dejar reposar durante 30 minutos. Estirar la masa hasta obtener una masa delgada, cortar discos y luego amasar hasta formar óvalos. Enrollar la asa en tubos metálicos y freir con abundante aceite. Una vez frios retirar el tubo metálico.
Para el relleno, derretir el chocolate y pincelar el interrior del cannoli y dejar secar. Mesclar la ricotta con el azucar y rellenar los cannolis. Los extremos se pueden decorar con nueces, pistachos o almendras molidas y espolvorearlos con azúcar impalpable.
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Me encanta tu historia... se la he oído contar a mi marido muy parecida... aquellas familias de antes ya no existen! Tus cannoli fabulosos, se de alguien que se va a llevar una gran sorpresa!
ResponderEliminarEstos cannolis, riquisimos,...No conocia ni la receta ni la historia.Bravo !!!
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